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Critiz-ando
Ogon Batto. (Fantasmagorico) 1930.
Capitan Harlock (1978)capitan futuro
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El anime que se niega a morir. (Parte 2).
Por: Alvaro Graterol. Los años 30 estarian signados por los estragos de la gran depresión mundial. Esta afectaría a gran cantidad de los países desarrollados y los que no, prolongándose por gran parte de dicha década. Fue una época en el que la imaginación tenia vía libre por la mente de muchos, para asi decir adiós a sus desgracias a través de sus fantasías... momentaneamente. Con bastón en mano, capa española y característica chistera, plasmaba ilusoriamente su reflejo frente al vidrio reflectante el desde siempre gran aficionado a la magia Lee Falk: "Mandrake el mago"nacería. Pero para Falk esto solo sería una pequeña premonición, ya que anterior a esta visión, para el año 1936, el género de los súperhéroes comenzaría a tomar forma en el lado norte del continente americano. Falk, quien no era únicamente fanático de la magia, también lo era de la mitología nórdica y griega, por lo que en su afán por lo fantástico creo al personaje de comics “the phantom”, o mejor conocido en nuestras latitudes como: “El fantasma”. Esta historieta se convertiría en el primer súperhéroe del cómic en dar identidad a dichos personajes (con poderes y algo mas), típicos del dibujo y animación norteamericanos. El éxito moderado de “The Phantom” seria promisorio, llegando a tener incluso su propia serie animada. Sin embargo, esta epoca seria el principio de muchas más creaciones mas, que dejarían en la sombra del pasado a dicho personaje, como por ejemplo el ya conocido por todos “Hombre de Acero” creado por Jerry Siegel y Joe Shuster. Pero posiblemente sin saberlo por parte de los norteamericanos, ya en las fronteras del país del “Sol Naciente” había tomado forma el primer superhéroe del imaginario Japonés. Antes del manga y el anime existían una especie de teatros portátiles consistentes en un pequeño cajón de madera con tres puertas que al abrirlas tenían una lámina transparente. Estos eran llamadas “Kamishibai” (teatro de papel) y en ellos iba una serie de láminas con dibujos varios que se intercalaban en búsqueda de narrar un relato. Se estima que el uso del Kamishibai se dio varios siglos atrás, y se basaba en la técnica del “emakimono” usada por los monjes para dictar diversas lecciones de carácter moral. Mas alrededor del 1920 surgió un nuevo auge del teatro portátil, en una época en la cual la inexistencia de la televisión y el automóvil hacia viajar a estos teatros portátiles, contando historias a los jóvenes locales. De estas historias surgiría aun antes del auge de sus primeros homólogos norteamericanos, el primer superhéroe Japonés: Ogon Batto. El “Murciélago Dorado” o mejor conocido en Latinoamerica como “Fantasmagorico”, luciría por primera vez en 1930 su brillante calavera, la cual se haría famosa mientras su historia iba de boca en boca, de visión en visión. Venido de la Atlantida, con la capacidad de volar y ser prácticamente inmortal se convertiría en uno de los justicieros más importantes de la animación japonesa. El escritor de historias Ichiro Suzuki y su compañero dibujante Takeo Namatsu se encargaron de darle vida. Su llegada al anime no se daría sino hasta el año 1967 de la mano de “nihon TV” y comprendería alrededor de este año una de las series icono del anime de superhéroes. El anime tuvo emisión por primera vez en nuestro continente para 1971, el cual contó también con par de películas de mediano éxito y que ahora forman parte de las obras de culto. Ogon Batto fue un anime que se resignó a morir. |
Anterior a la emisión de Ogon
Batto ya empezaron a tener importancia figuras como Shotaru Ishinomori (Cyborg
009), Mitsuteru Yokoyama (Tetsujin 28-Go), Go Nagai (Mazinger Z, Devilman),
Tatsuo Yoshida (Mach Go go go: Meteoro), Leiji Matsumoto (La princesa de los
mil años), o el afamado Osamu Tesuka, con la llegada del género de los
superhéroes, que fue ganando fama para la llegada de la década de los 70 y 80.
En Japón surgía una serie de obras de arte que no serían conocidas sino años
después en nuestras latitudes. Muchos de estos clásicos no llegaron a emitirse
sino hasta llegada la década de los 80 y 90.
Seria una época de héroes justicieros, que a pesar de sus limitaciones marcaron la infancia de muchos adultos para el dia de hoy. De esta camada surgio en 1972 el bien conocido “Gekko Gamen” o Capitan Centella. Su emisión en Japón fue en 1958, pero aunque la creación de Yasunori Kawauchi tardo en llegar más de 10 años de su estreno a nuestras fronteras, este enmascarado misterioso se ganó a las audiencias con su espíritu luchador. Es un clásico que se negó a morir hasta la emisión de “Gozonji! Gekkô Kamen-kun” en 1999 concebida como una sátira en honor a su nombre. El final de esta década culminaría con broche de oro haciendo relucir dos luminarias del anime que quedarían para la historia como unos clásicos a nivel mundial: Capitán Harlock y Capitán Futuro. La ópera espacial vendría a cubrir la audiencia que los grandes aficionados a la ciencia ficción demandaban. Eran historias más enfocadas al heroísmo postapocaliptico que a los súper poderes. Aunque ambos “capitanes” narran historias distintas, estas marcaron huella entre los amantes de los confines del universo. Capitan Harlock era una historia nacida de un componente distopico, de un planeta en el cual los mares ya habían dado todo de sí. La humanidad en búsqueda de subsistencia pobló nuevos planetas, con los cuales la producción alimenticia fue tan alta que el gobierno de la tierra ofreció comida gratuita a todos los humanos que vivieran bajo el mandanto mundial. Los humanos sin necesidad de trabajar, se sumergieron en un aparente gozo total logrado por la disminución de su ambición hacia la conquista, dedicándose a la “vida simple” y dándose a los placeres. Hastiados de esta vida, un grupo de “renegados” buscaron surcar el espacio tratando de encontrar el significado de su existencia más allá del simple ocio, surgiendo así los llamados “Piratas Espaciales”. El Capitán Harlock era uno de ellos, buscado por crear supuestos atentados en el ya caótico planeta Tierra. Una historia de conspiración ambientada en el año 2977 daba inicio de la mano de Reiji Matsumoto. Mas altruista y justiciero que el camarada Harlock, por otro lado se encontraba el Capitán “Curtis Newton”, mejor conocido en nuestras tierras como “Capitán Futuro”, creación de Tomoharu Katsumata. Su premisa era “combatir el mal y hacer el mundo un lugar seguro para vivir”. Ambientada inicialmente en Nueva York del año 1990, es la típica historia del héroe nacido de la orfandad, que en base a su discapacidad paterna, busca luchar por la justicia. C. Futuro, joven con gran pericia, habilidades científicas de vanguardia y capacidades físicas más allá de lo normal, luchaba junto a los “hombres del futuro” Otho, Simón y Grag contra el mal, quienes a su vez lo criaron fielmente y trabajan al servicio de la “presidenta del sistema”. Ambas series fueron emitidas durante los años 78 y 79 con 42 episodios para Harlock y 52 para Futuro respectivamente, creando así una buena fanaticada hacia el anime de Opera Espacial que se afianzo con los años, hasta el presente. También de finales de los 70 haremos mención especial de otro anime que paso a la historia dentro del imaginario colectivo de los aficionados a lo espacial. Más allá de la tecnología que la afamada “Arcadia” de Harlock suponía, en un futuro lejano, la humanidad no solo fue capaz de hacer naves espaciales, sino tambien de hacer a los trenes volar por el espacio. Nacería el expreso “Galaxy 999”, el cual en un universo donde los humanos buscan la vida eterna por medio de la implantación de prótesis cibernéticas para quien pudiera pagarlas, existe dicho tren legendario por ser el único que transitaba hasta el lejano planeta “Prometheum”. Destino donde la colocación de las partes cibernéticas era gratuita. Todos los trenes partían desde la “Megalópolis”, y su recorrido tendría una ferviente legion de aficionados a la historia de Tetsuro y Maetel por la galaxia en búsqueda de la utopía. Una vez más Matsumoto haría de las suyas. En territorio americano no cobraron mayor importancia las historias de superhéroes de anime sino hasta llegado los años 80. Sin embargo, de estos animes ya se tomaba en cuenta la estética robótica y la idea que este avance suponía para la humanidad, lo que supuso una innovación en el género. Por lo tanto, a principios de los 80 seguirían llegando a nuestro continente diversos animes basados en el espacio. El ahora afamado Matsumoto, quien parecía tener una ligera fijación por las chicas rubias y delgadas, así como por el número 999, crearía un universo fantástico en el cual nuestro planeta, esta vez a punto de colisionar con el recién descubierto número 10 del sistema solar llamado “LA-METAL” caería una vez más en desgracia. Se daría pie a la historia que conocimos en nuestros países como: “La princesa de los mil años”. “Queen Milennia” como se le conoció en Norteamérica, nos trasladaría al año 1999, donde el niño Hajime Amamori, huérfano de padres, criado por sus tíos, se ve envuelto en el descubrimiento de dicho planeta mientras observaba las estrellas en el techo de su casa. Aparece entonces el personaje de Yayoi Yukino, quien en la figura oculta de “la princesa de los mil años”, es enviada a la Tierra por la reina de “LA-METAL” para tratar de controlar remotamente nuestra orbita, y secuestrar a los humanos para ser esclavizados. Su misión debía lograrse antes de la colisión que se daría el “9 de Septiembre de 1999” (el 999 nuevamente). La serie tuvo 42 capítulos y fue emitida hasta marzo del año 1982. Realizada por el mangaka Buichi Terazawa y dirigida por Osamu Dezaki, constaría de 32 capítulos el gran “KOBURA”, el cual llegaría a las pantallas en 1982 de la mano de la cadena “Tokyo Movie Shinsha”. Sería entonces el momento en que Latinoamérica para finales de los 80 vieran por primera vez las proezas. Mientras Johnson vivía la vida de cualquier soltero sin preocupaciones de siglo XXIV, junto a su querida mucama cibernética, reflexionaba sobre su modo de vida aburrido. En esta época la cinematografía había evolucionado de manera que podría plasmarse cualquier sueño que tuvieras a manera de película y se reproducía por medio de los deseos del subconsciente. Tras sugerencia de su querida compañía, el joven en búsqueda de salir de la rutina acude a uno de estos establecimientos. En su visión soñó que era un apuesto pirata espacial, acompañado por muchas mujeres, y el cual luchaba contra "la mafia del espacio" que quería reclutarlo en sus filas. Ya en el mundo real, decide probar suerte en el casino, en el cual al ganar mucho dinero atrae la atención de los gerentes del lugar. Estos al querer asesinarlo, logran descubrir la verdadera identidad del amnésico Johnson, quien los derrota con su “psicoarma” oculta bajo su brazo y la ayuda de su inseparable “Lady Armoroid”, dando asi los toques iniciales para una de las historias del anime más épicas dentro del género de los cyborgs japoneses: Super Agente Cobra. Ya los clasicos tomaban forma en Latinoamerica. つづく (Continuara...) |
"kamishibai" moderno.Capitan centella (1972)
"Gekko Kamen"
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